La tortuga se encontraba con vida, pero presentaba signos de hipotermia y deshidratación hallándose muy débil, según apreció el biólogo municipal tras realizarle el estudio correspondiente. También se le han realizado más pruebas, como la toma de los datos biométricos, (longitud de cuerpo y caparazón entre otros), un chequeo para determinar si padecia algún tipo de parasitosis externa (ectoparásitos), así como de las mucosas. También se comprobó que no tenía ninguna lesión, amputación o herida que pudiera afectar a su vida.
Con la seguridad de que la tortuga solo presentaba debilidad e hipotermia, se le practicaron los primeros auxilios, proporcionándole calor e hidratación para mantenerla en buen estado hasta la llegada de un responsable del CREMA, Centro de Recuperación de Especies Marinas, donde podrá restablecerse por completo.
Fuente: Ayuntamiento de Chipiona
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